Establece metas claras.
Piensa bien en lo que quieres lograr: un chequeo de rutina, resolver un problema específico (por ejemplo, dolor o prótesis dental), o recibir asesoramiento sobre un tema como el blanqueamiento dental o la profilaxis.
Anota tus preguntas o inquietudes para que no se te olvide nada durante la consulta.
Coordínate previamente con la clínica.
Si tienes temas específicos que deseas tratar durante la consulta, informa a la clínica con anticipación.
De esta forma, podrán prepararse y asignar suficiente tiempo para atenderte.
Si tienes radiografías u otros documentos, envíalos idealmente antes de la cita.
Indica la antigüedad de estos documentos para que el dentista pueda evaluar si siguen siendo relevantes.
Ten todos los datos importantes a mano.
Apunta información relevante, como:
¿Qué medicamentos estás tomando?
¿Tienes alergias o problemas dentales conocidos?
Si tienes uno: lleva tu cartilla de seguimiento dental o informes anteriores.
Infórmate de antemano.
Si deseas hablar sobre un tema específico (por ejemplo, profilaxis de caries o prótesis dental), investiga un poco en línea para preparar preguntas concretas.
Anota estas preguntas para que no se te olviden.
Expón tus inquietudes directamente.
Al inicio de la consulta, explica qué te preocupa y pide la opinión del dentista.
Usa una lista de control para no olvidar puntos importantes. Ejemplos:
“¿Cuál es el estado general de mis dientes?”
“¿Qué tratamiento recomienda y por qué?”
“¿Cómo puedo mejorar mi higiene dental?”
Asegúrate de entender todo.
Si se utilizan términos técnicos o algo no te queda claro, pregunta sin dudar. Puedes decir: “¿Podría explicarlo con más detalle, por favor?”
Si se habla de un tratamiento, pregunta por alternativas y los pros y contras de cada una.
Toma nota de lo importante.
Apunta aspectos clave como tratamientos recomendados, productos o la fecha de la próxima revisión.
¿Estás bien informado?
Revisa tus notas y confirma que has entendido todo lo importante.
Anota las preguntas pendientes para la próxima consulta.
Organiza los próximos pasos.
Agenda inmediatamente las siguientes citas o planifica el tratamiento recomendado.
Si se trata de intervenciones mayores, considera la posibilidad de obtener una segunda opinión.
Mejora tu higiene dental a largo plazo.
Si el dentista te recomendó consejos o productos, inclúyelos en tu rutina diaria.
Usa un calendario para llevar el control de tus citas y plazos, como revisiones periódicas o garantías de prótesis dental.
Si durante la consulta te sientes inseguro, pide al dentista información por escrito o folletos para revisarlos con calma más tarde.